FSC-CCOO Periodistas | 30 de abril de 2024

CCOO reclama libertad de información al gobierno de la Región de Murcia

    El ejecutivo murciano evita acreditar a la periodista Rosa Roda, que ha pedido reiteradamente ser incluida como freelance en el listado de medios para informaciones y convocatorias

    01/02/2024.
    La periodista Rosa Roda. / R. R.

    La periodista Rosa Roda. / R. R.

    Después de más de tres décadas realizando un tipo de periodismo cada vez más inusual en la Región de Murcia por su sentido crítico e investigativo, en octubre de 2023 Rosa Roda fue despedida sin aviso previo de Onda Cero, emisora en la que era jefa de Informativos.

    Dos objetivos mueven en los últimos meses la acción de nuestra compañera, como le ocurre a tanta gente trabajadora en el sector de la cominicación: reinventarse, organizar el día a día personal y familiar desde una situación precaria inesperada, pero también mantener el nivel de calidad y dignidad profesional ganados con los años. Son muy conocidos su blog y su cuenta en la red social X, con miles de seguidores, donde ha ido alimentando reportajes de gran calado sobre transparencia y corrupción en las instituciones regionales o acerca de los intereses que se mueven en torno al degradado Mar Menor. 

    Nunca su trabajo ha dejado indiferente al lector o al oyente, y su intención declarada es continuar en ese estilo, si cabe con más valentía al carecer del apoyo de una empresa detrás y realizar ahora su labor como freelance. Sin embargo, hay un impedimento silencioso con el que se ponen obstáculos a su trabajo: el gabinete de prensa del gobierno de la Región de Murcia no reconoce su acreditación, avalada con el Carnet Internacional de Prensa de la European Federation Journalists (EFJ), protección y aval de periodistas en todo tipo de circunstancias en 130 países. A pesar de sus reiterados intentos, formales e informales, orales y por escrito, de conseguir recibir las notas oficiales y acceder a las convocatorias de prensa como una profesional más de la comunicación, solo ha obtenido algún comentario de chat tipo “lo estamos viendo”, sintaxis engañosa que indica movimiento sin concretar tiempos y con un sujeto impersonal que solo puede tener un fin: el desánimo de quien recibe el mensaje.

    El despido de Rosa Roda fue ampliamente comentado en redes sociales, y también por periodistas de veteranía que en sus análisis recordaban la relación nociva que existe entre la publicidad institucional y los medios de comunicación y que se ha ido consolidando desde finales del pasado siglo. Recordaban cómo se han multiplicado las presiones, y cómo los ejecutivos conservadores -cada vez más conservadores- utilizan la restricción presupuestaria y el ninguneo como estrategias de silenciamiento a las críticas. Nada más tranquilizador para quien está en el poder que la lectura diaria de los medios con las noticias enviadas por los gabinetes de Comunidad Autónoma o Ayuntamiento, todas parecidas, todas a mayor gloria de quienes gobiernan.

    Nuestra compañera Rosa Roda pide seguir haciendo lo mismo que ha venido contando durante todo su recorrido profesional: trabajar libremente y con sentido crítico. Para completar sus investigaciones debe poder acceder a los lugares oficiales y preguntar a nuestros cargos públicos. Lo merece ella y lo merece la ciudadanía, como indica el derecho constitucional a comunicar o recibir información veraz.