FSC-CCOO Periodistas | 29 de marzo de 2024

LUCHA CONTRA LA DESINFORMACIÓN

Frente común de instituciones y medios contra la desinformación en relación al coronavirus

    La Agrupación de Periodistas de FSC-CCOO apoya y colabora con la iniciativa de las instituciones de la Unión Europea para mitigar los efectos nocivos de la desinformación que sufren los ciudadanos europeos ante la proliferación de informaciones falsas (fake news) y bulos, tanto de procedencia interna (nacional o de estados miembros de la UE) como externa (Rusia, China, Estados Unidos, etc). Compartimos el llamamiento de las instituciones comunitarias para que los ciudadanos sigan los consejos de las autoridades de salud pública y la información que se publica en los sitios web de organizaciones europeas e internacionales de reconocida trayectoria y prestigio. Es muy importante no compartir ni difundir ningún tipo de mensaje o información no verificada que provenga de fuentes dudosas y no contrastadas.

    06/04/2020.

    La Agrupación de Periodistas de FSC-CCOO recuerda que las denominadas "noticias falsas" (fake news) y la desinformación (información deliberadamente manipulada con el objetivo de engañar) se han convertido en un fenómeno mundial cada vez más visible. Las redes sociales y sus herramientas de personalización han facilitado la difusión de historias falsas, que se han incrementado de manera importante en las últimas semanas debido al elevado grado de incertidumbre que ha causado la progresión de la pandemia del coronavirus. Recomendamos consultar los espacios que han habilitado la Comisión Europea y el Parlamento Europeo. Allí pueden encontrarse recursos y guías útiles para evitar convertirse en difusor involuntario de informaciones falsas.

    Los creadores de informaciones falsas a menudo utilizan emociones para captar la atención y aumentar las visitas, ya sea por razones económicas o ideológicas. Un estudio reciente del Parlamento Europeo constata que incluso las personas jóvenes y expertas en el ámbito digital tienen dificultades para identificar las noticias que han sido manipuladas. Además, seis de cada diez noticias compartidas en las redes sociales ni siquiera han sido leídas antes por el usuario que las ha compartido, y alrededor del 85 % de los europeos consideran que las "noticias falsas" constituyen un problema en su país de origen, mientras el 83 % opinan que constituyen un problema para la democracia en general.

    La Agrupación de Periodistas de FSC-CCOO comparte la preocupación expresada desde múltiples ámbitos y sugiere algunas medidas que podemos aplicar de manera individual como receptores y emisores de información:

    1) Hay que comprobar siempre el contenido y si se corresponde tanto en la forma como en el fondo con el contexto de la información que se pretende comunicar (ubicación, fecha, coincidencia entre el titular y el cuerpo de la noticia, etc).

    2) Hay que comprobar la procedencia de la información, qué medio o fuente la publica y contrastarla con otras alternativas y fiables.

    3) Hay que sospechar de autores o medios desconocidos. Los profesionales de la información fiables son aquellos que se han labrado una trayectoria sólida y han adquirido conocimientos amplios sobre las materias que publican a partir de una amplia experiencia.

    4) De la misma manera que hay que comprobar el origen y la autoría de la información, conviene someter a examen las fuentes que se citan para dotar de credibilidad a la noticia. Artículos basados en fuentes anónimas o que directamente no citan ninguna fuente son menos fiables que las que citan de forma transparente la procedencia de los datos o las opiniones a que se alude.

    5) Actualmente existen programas infórmaticos y muchas herramientas digitales que permiten manipular con facilidad tanto imágenes fijas (fotografías) como en movimiento (vídeos). Por el mero hecho de incorporar una imagen o un vídeo, una información no se convierte automáticamente en cien por cien fiable y cierta.

    6) Hay que seguir todo el proceso anteriormente descrito antes de compartir informaciones en aplicaciones de mensajería privada o redes sociales. El hecho de que la información proceda de familiares o amigos no le da, de entrada, mayor fiabilidad.